miércoles, abril 13, 2011

¡Carne fresca!

Todas las fans de 'The L Word' recordaréis aquella escena en la que Bette, recién separadita, iba al Planet y alguien la llamaba 'carne fresca' porque volvía al mercado del ligoteo y podía ser objeto de deseo de todas las tiparracas que por allí pululaban. Yo, lo confieso, vi la escena exagerada. "¿Tan poco pudor tiene la gente?". Pues sí, tan poco pudor tiene la gente.

Me di cuenta de ello el fin de semana pasado, de marcheta por Torremolinos, por Pueblo Blanco, zona de marcheta homosexual en el que fue un paraíso para los gays incluso en años del franquismo (un día prometo un post sobre ello) pero que tiene ahora cierto regusto horterilla, ¿para qué negarlo? Allí nos encalomamos el sábado por la noche dos 'entendidas' y mi amiga la Biendicha, heterosexual recalcitrante donde las haya.

Acabamos en 'El puntazo', uno de esos bares llevados por lesbianas para lesbianas. Yo, lo confieso, soy poco dada a salir de marcha. Dada mi avanzada edad soy de cena con buen vino aliñada con un gin-tonic bien puesto, así que frecuento poco los bares de ambiente. Pero aquella noche, mi amiga la Biendicha quería ir a toda costa a un bar gay. Para mí que le picaba la curiosidad. ¿Por qué siempre a las tías hetero quieren ir a sitios gays?

Y creo que su curiosidad se vio satisfecha. Nada más llegar y tras pasar por delante de la decena de bollitos que había agolpada ante la puerta de entrada, notamos sobre nuestros tres cogotes una veintena de ojos que decían ¡carne fresca! "¡Huy, huy, huy...!", pensamos las dos 'entendidas', que inmediatamente nos pegamos un achuchón y un morreíto para decir: 'No pasar. Propiedad privada'. Hecho esto la única novedad en aquel momento en 'El puntazo' era mi amiga la Biendicha...

Hacia ella se abalanzaron dos jóvenes mozas, una de ella monísima, la otra pasable, pero ambas con una borrachera de campeonato. "No, yo es que soy hetero", dijo mi amiga nada más acercarse ambas. "Mi última novia también me dijo que era heterosexual cuando la conocí", le espetó una de las mozas, quien dejó claro que no se iba a desanimar fácilmente.

Sólo que la otra le tomó la delantera. Una niña monísima, con cara angelical, pelito rizado y muy femenina, quien no dudó en meterle una teta prácticamente en la boca a mi amiga la Biendicha. "¡¡¡Niña, tiene unas tetas mu monas, pero a mí me gustan las pooollas!!! Además, podía ser tu madre".

La chavala no se amedrentó: "Toca, toca". "Que nooooo". Al final, lo prometo, ante tanta insistencia mi amiga acabó tocándole las tetas, eso sí, con carilla de asco y sólo con la puntillas de los dedos, sin sobar demasiado. "Así se empieza, así se empieza", le dije yo, pero no, parece que, de momento, no se cambia de acera.

5 comentarios:

me_myself_irina dijo...

Jjajaajaj..
Que bueno, al leerlo te imaginas la escena.. por la de veces que puedes haber vivido eso.
Es de cajon, entrar a un lugar de ambiente al que no sueles ir, y tener un montón de miradas, que evidentemente pensaran lo que dices de "Carne Fresca.."
Eso, unido a gente con morro y alcohol en vena entretenimiento gratuito asegurado!

Besos!
http://sencillamentemusica.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Dile a tu amiga la Biendicha que medite sobre su interés en visitar lugares de lesbis y que nunca se puede decir "de este chocho no comeré". Además, tanta juntera con bollera...

Bueno, mientras sea de buen rollo, lo mismo me la cruzo un día de estos en un bareto y la tiento...

Spiral

spark dijo...

Según como lo cuentas, hasta apetece entrar en uno de esos lugares, aunque, de edad avanzada, cada vez me inclino más por un vino y una compañía excelentes, regadas por conversación. Etapas...

Besos y burbujas.

Hormiga dijo...

Jajjaaja! Graaan escena! Tu amiga será hetero, pero fijo que algo en su cabeza se ha imaginado de vez en cuando.. .mmm... jajaa!

Anónimo dijo...

Despues de vivir unas cuantas transformaciones de heteros a bollo, o como les llamo yo "heteroinquietas" (no hace falta explicacion a eso) he de decir que si,que da mucho morbo y todo lo que querais sacar heteros del armario o simplemente clavar la banderita de por aqui he pasado yo. Pues bien, es algo que cuando tienes tiempo es algo realmente excitante,pero cuando lo que quieres es un buen polvete puede sacarte de los nervios, porque al final la "heteroinquieta" se va mas que satisfecha a su casa, con una gran sonrisa despues de unos cuantos orgamos que los pateticos de sus novios no supieron darle y tu te quedas igual que estabas.Al pricipio la "heteroinquieta" flipa con todo,que si nunca ha sentido los pechos de otra mujer encima,que si que piel tan suave,que si tu cara no pincha,que si que mojado esta tu chocho....en fin todo les flipa y lo peor,no saben por donde empezar.Despues de darle unas cuantas lecciones esa misma noche, dirigirla y redirigirla una y otra vez ( como si no tubieramos lo mismo) te das cuenta que hubieras preferido ahorrarte el morbo de la hetero y tirate a una tia que realmente sepa lo que hace y te haga subir a las nubes. En fin, a no ser que sea por amor me niego a ser la profesora sexual de las "heteroinquietas", aunque dicho asi da bastante morbillo...