martes, septiembre 15, 2009

Gay friendly

Me voy de vacaciones a Berlín y, sí, me voy a un hotel 'gay friendly', algo que no sé demasido bien qué significa pero que supongo es lo pertinente si me voy con mi chica. Una vez nos fuimos a un hotel que no era gay friendly en Oporto, ciudad que aparece en la imagen de la izquierda.


Yo, en un arrebato de romanticismo reservé por internet en un moderno hotel de una cadena española el paquete romántico, que incluía cama de matrimonio, botella de champán a la llegada con canastilla de frutas incluido. Y allí nos presentamos las dos. Nada más llegar la recepcionista nos miró de arriba abajo, acto seguido miró su hoja de reservas y después volvió a mirarnos a las dos.


"¿Cama 'do matrisosao'?", preguntó. Las dos asentimos: "Sí, sí una cama para las dos". Se ve que no quedó muy claro porque en la habitación había dos camas y ni rastro de la botella de champán ni de la canastilla de frutas. "Seguro que nos la traen en un ratito".


No sé si lo he dicho, pero yo soy una optimista impenitente y siempre pienso que las cosas van a ir a mejor. Nos fuimos a dar una vuelta y, al regresar al hotel, tampoco estaba la botella de champán ni la dichosa canastilla de frutas.


"Pues seguro que nos la ponen mañana a mediodía". Al día siguiente seguía sin haber rastro del "paquete romántico", así que me dirigí a recepción, en la que estaba la chica del día anterior. Con un castellano "aportuguesado" intenté hacerme entender. La mayoría de los portugueses hablan español, pero creo que aquella chavala no estaba "por entender".


Me costó que se enterara que yo había reservado el paquete romántico -menos mal que me llevé la página con la reserva de internet-. Una vez que captó lo que le quería decir llegó la pregunta: "¿Pero son dos mujeres?". "Pues sí, somos dos mujeres que hemos reservado un paquete romántico y que queremos disfrutar del champán y de la puta canastilla de frutas". A los cinco minutos estaba la botella y el cesto en nuestra habitación.