lunes, octubre 16, 2006

¿Para ser deportista de élite hay que ser lesbiana?




El personaje de Dana me da que pensar. Me recuerda a una amiga. Era atleta y el padre de su novia, antes de que se enterara de que estaban juntas, hizo a su hija una advertencia muy seria: "Tú ten cuidado, que en en eso del atletismo hay muchas lesbianas". Lo cierto es que acertó de lleno. Fueron palabras proféticas, sin lugar a dudas. Precisamene esta amiga es la que me cuenta que en el deporte hay muchas, pero que muchas, mujeres que entienden. Ella dice que si se sacara una media de las lesbianas que participan en la final de un campeonato de España de atletismo, se romperían todas las estadísticas. Así, por lo alto, calcula que el 40% de las tías que están allí corriendo, saltando o lanzando se acuestan con otras mujeres. Claro, sin contar conque en las pruebas de lanzamiento -ella tiraba martillo- se rompen aún más esas estadísticas: son más las "bollos" que las no "bollos", sin lugar a dudas. Ella ha ajustado las cuentas y, al parecer, los resultados son abrumadores. Eso sí, se niega a darme los nombre; no quiere exponerse a que yo publique en esto blog -como si lo leyera alguien, vamos- quiénes son esas atletas de élite -dice que incluso hay alguna que ha salido en el periódico más leído de España, osea el Marca, ¡¡¡guau!!!- que están con otras chicas, algunas de ellas, a su vez, deportistas muy destacadas en España que salen a su vez en el Marca pero por practicar otro deporte. Bueno, esto es un relío, pero así me lo cuenta y, por mucho que yo le insisto, no quiere profundizar más en el tema. Yo le he propuesto hablar con ellas y venderles a Zero un calendario con todas estas tías, que a buen seguro deben de estar muy, pero que muy macizorras, pero se resiste a dar nombres. Por cierto, un recuerdo para la tenista en la que está inspirado el personaje de Dana Fairbanks: Martina Navratilova, sin dudas, quien hace poco ha sacado un libro en el que explica algo así como el secreto de su éxito. Tiene pinta de ser un poco influmable, pero quien se atreva a comprarlo, que cuentre qué tal está... Aunque lo cierto es que los de The L Worldd también podrían haber tomado como modelo a alguien más patrio: Conchita Martínez, quien a principios de los 90 paseaba por las pistas de todo el mundo a sus novias mientras que Arantxa Sánchez Vicario sacaba a mear a sus perros Roland y Garros (los nombres son el colmo de la originalidad, vamos). Lo vuelvo a preguntar: ¿por qué hay tantas lesbianas en el mundo del deporte? ¿Será que eso de estar cachas les da un plus de autoestima y piensan que no hay nada más alucinante que un cuerpo de mujer bien formado?

P.D. Muchas gracias por los comentarios. Yo pensaba que estaba escribiendo para el ciberespacio en abstracto, pero eso de que haya alguien que me lea... ¡Es increíble!

viernes, octubre 13, 2006

¿Puede provocar el visionado The L World la conversión al lesbianismo?


Desde que comencé a ver The L World una pregunta me ha machacado la cabeza: ¿Una mujer heterosexual se puede convertir al lesbianismo al ver la serie?. Las protagonistas son chicas guapas, de bandera, llenas de encanto y muy, muy femeninas, apetecibles para cualquiera, vamos. Si a ello le unimos el hecho de que dentro de mi filosofía vital cada vez gana más terreno la creencia de que todos somos bisexuales, ¿las mujeres heterosexuales que se enfrentan a un capítulo de la serie sienten también ese gusanillo recorriéndoles la barriga cuando ven a Bette y a Tina besándose? Al igual que le sucede a Jenny en el primer capítulo cuando presencia cómo Shane se enrolla con uno de sus ligues en la piscina, ¿sienten curiosidad por saber qué se siente al estar con otra mujer? Pues bien, para saber si mi suposición es o no correcta he decidido hacer un simple experimento. He aprovechado que hoy es festivo (gracias a Dios que a alguien se le ocurrió algo tan útil como dedicar un día a la patria) para invitar a un par de amigas heteros a mi casa a ver el capítulo piloto mientras yo me dedicaba a observarlas de reojo con el fin de detectar cualquier síntoma de atracción hacia la guapa de Bette. Mi esperanza era que las dos acabaran enmedio de mi salón protagonizando una tórrida historia de sexo animadas por alguna de las escenas de la serie, pero, he de adelantar, que no ha sido ni mucho menos así. "Joder, yo no pensaba que hubiera lesbianas tan estilosas", ha comentado Elena. "La música mola", ha sido lo único que ha dicho Irene. Para animar el ambiente he sacado a colación el inicio de conversión de Jenny y, ¡oh cielos!, las dos han coincidido al señalar que, de conocer a una mujer como Marina, "cualquiera se hace lesbiana". Ya les he dicho que el problema es que las mujeres como Marina no abundan. ¿Alguien conoce a alguna que se le parezca para presentarsela?

viernes, octubre 06, 2006

¿Quién no quiere a Bette? ¿Quién no quiere ser como Bette?


Ya sé que he llegado tarde a esta serie. Tanto porque a estas alturas (32 años, 14 lésbicos) pensaba que ser lesbiana estaba reñido con el glamour como porque The L World lleva ya varios años emitiéndose en las televisiones de medio mundo. Sin embargo, he de confensar que estoy muy, muy enganchada: me compré hace un par de semanas la primera temporada en un viaje que hice a Londres, la vi de una tacada (por partida doble y en inglés con subtítulos, claro) y ahora no puedo despergarme del ordenador buscando vídeos, links y referencias a todo lo que tenga que ver con sus capítulo. La primera conclusión que he sacado de esta puesta al día en el mundo L es que todas queremos ser como Bette Porter: moderna, inteligente, culta, resolutiva, con pasta para comprar trajes caros y un descapotable y con una novia que acepte ser ella la que se quede embarazada... También creo firmemente que todas queremos tener una novia como Bette Porter, claro, siempre y cuando sea ella que acepte quedarse embarazada. Lo cierto es que hasta hace sólo unos minutos estas conclusiones únicamente tenían el grado de intuición, pero me he convencido de que son ciertas tras haber rellenado una encuesta que he encontrado por ahí (http://quizilla.com/users/tirsal/quizzes/Que%20personaje%20de%20The%20L%20Word%20eres?) y que ha refrendado que al personaje de la serie que me parezco es (¡oh sorpresa!) Bette Porter. Después me he dirigido a otra página (http://www.voote.com/jsp/WAppServerPage.jsp?TransID=RVOTES01&VoteID=211) en la que se han dedicado a realizar una encuesta sobre el carácter de la serie que más gusta. Los resultados, abrumadores: el 43% de las más de 3.000 participantes en la encuesta prefieren a Bette. ¿Seremos lesbianas porque nos gustamos nosotras mismas?