La buena aceptación del post anterior me ha hecho estar alerta y he detectado que no sólo somos un poco enrevesadas para hablar de nuestras novias, sino también para referirnos a las novias de las demás. Sin ir más lejos hoy, mientras estaba en el trabajo, me ha llamado una conocida que intentaba montar un partido de pádel.
- No, no puedo jugar, estoy trabajando -mi respuesta-.
- ¿Y tu doña puede?
- No, mi "doña" -aquí ya sí, con cierta sorna-, tampoco.
- Bueno, pues dale un beso a tu doña de mi parte.
- Vale, yo soy lo doy -mi contestación, en la que por cierto obvié que cuando a"mi doña" le dijera cómo la habían llamado, le iba a dar algo-.
- No, no puedo jugar, estoy trabajando -mi respuesta-.
- ¿Y tu doña puede?
- No, mi "doña" -aquí ya sí, con cierta sorna-, tampoco.
- Bueno, pues dale un beso a tu doña de mi parte.
- Vale, yo soy lo doy -mi contestación, en la que por cierto obvié que cuando a"mi doña" le dijera cómo la habían llamado, le iba a dar algo-.
2 comentarios:
Holaaa, pues cuando la gente habla conmigo siempre se refieren a mi novia por su nombre o "tu mujer". La verdad es que nunca me han dicho algo similar, je, je "tu doña", supongo que se habrá puesto contenta "la sudodicha". Como verás, te sigo. Que sepas que entro cada día en el blog para deleitarme con tus entradas. Has conseguido que me ría como hacía tiempo no lo hacía. Gracias.
por dios! "la doña" parece nombre de culebrón...
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