Sí, lo sé, decir "mi novia" no tiene por qué convertirse en algo traumático. A mí, lo confieso, me cuesta, y suelo buscar circunloquios para referirme a mi amor ante personas que ignoran que comparto mi vida con una mujer, con su consiguiente cabreo, por cierto.
Sin embargo creo que esta práctica no es sólo mía. Durante las últimas semanas me he dado cuenta de que no soy ni mucho menos la única -aquí es donde mi amor debería tomar nota- a la que le cuesta decir abiertamente y a bocajarro "mi novia" tal o "mi novia" cual. El otro día me pasó con una de las monitoras buenorras del gimnasio -la del spinning de nuevo, ¡oh year!-. Me la crucé con cara de cansada, nos pusimos a charlar y yo le dije que también estaba para el desguace porque había estado todo el fin de semana por ahí de juerga con mi pareja... Sí, mi pareja, ahí estaba de rondón el maldito circunloquio: "mi pareja"...
Alguien dijo una vez que su subsconciente era más inteligente que él y no sé si eso es lo que puede pasarme a mí en ocasiones como ésta. La monitora, es claro y patente, entiende, y si no entiende pues me va al pairo, ¿qué mierda hago hablando de "mi pareja" como cualquier cuarentón progue? ¡Mi novia! ¡Mi novia! No es tan difícil, ¿verdad?
En mi descargo he de agumentar que no soy la única. ¡Bien! Como decía al principio estas últimas semanas he podido comprobar que detrás de muchas lesbianas hay un circunloquio con el que denominar a su novia:
- El mejor lo he escuchado hoy y venía de una colega que sólo conozco de vista y un ámbito totalmente heterosexual. Ella sabía que yo entendía y yo lo sospechaba de ella. Ha llegado con un pelín de retraso. Una de las allí presentes le ha preguntado si es que se había levantado tarde y ella ha explicado que no, que se ha levantado pronto y que incluso le ha dado tiempo a sacar a su perro y a ordenar la casa, porque esta tarde llegaba "la susodicha*" (sic.) y quería que todo estuviera listo y preparado. Entonces yo, con toda mi inocencia, he preguntado: "¿La qué?" Ya no lo ha quedado escapatoria: "Mi novia, mi novia", ha respondido.
- Éste lo escuché hace unos días en una situación muy parecida a la anterior. Calcada, se podría decir. Al igual que en el caso anterior esta colega estaba explicando que ese día se había levantado tempranísimo, sobre las seis de la mañana, vamos, porque su "chiqui"-creo que la denominó así, porque justo al decirlo bajó considerablemente el tono de voz- tenía que madrugar y le había querido preparar el desayuno. De nuevo -prometo que no la escuché bien- se produjo la pregunta: "¿Tu qué?" "Pues mi niña, es que me cuesta decirlo".
- Pero de todos, el más circunloquio es éste: "una amiga que me espera en su casa", dicho sobre la una de la madrugada, claro. Ahí la pregunta estaba clara: "Supongo que no te espera sólo para echar un rato de charla".
* FE DE ERRATAS: Aquí tengo que hacer una aclaración. Cuando escribí este post le di una gran patada al diccionario. En lugar de hablar de "la susodicha", como debería haber hecho y ahora (30/05/08 a la una de la madrugada) he hecho, hablé de "la sudodicha", lo que sin lugar a dudas está mal. Rectificar es de sabios, así que no he dudado en piratear mi propio blog y ponerlo de la manera correcta. Gracias a la susodicha porque fue precisamente ella la que se dio cuenta de que estaba mal escrito, de modo que ahora mi blog vuelve a estar 'casi inmaculado', digo casi porque seguro que alguna errata se queda por ahí. Menos mal que en internet no se estila lo del papel impreso, porque ahí sí que es imposible dar marcha atrás, ser sabio y rectificar.
11 comentarios:
Pues las que somos de una edad y, para más señas, casadas, a nuestra novia la solemos llamar nuestra amiga. "Mi amiga" por aquí, "mi amiga" por allá... y, como dijo el otro día Empar Pineda en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, es que las lesbianas somos invisibles: tenemos "amigas", pero es que las mujeres somos así de "cariñosas".
Ja ja ja...Me encanta.
Aunque, la verdad, a mí me gusta llamarla "mi chica", porque lo de mi novia no me pega mucho (por la edad, mayormente).
Un saludo.
Yo apuesto por decir su nombre, sin más, y que cada cual se las componga. Por ejemplo: "Me he levantado temprano porque quería prepararle el desayuno a Pepa". ¿Qué nos apostamos a que nadie pregunta quien es esa tal Pepa?
Si es que nos complicamos la existencia que más no nos la podemos complicar, oyes.
He de confesar que yo también uso la estrategia esa de decir su nombre sin más. Y efectivamente, quien quiere entender acaba entendiendo...
Vale, está bien. Pero me gustaría añadir que mi padre nunca se refirió a mi madre como su "amiga", y mi cuñada no es "la mujer de mi hermano", es más, los "novi@s" de mis amig@s" son lo que son, sin más rodeos. Entonces, ¿a qué tenemos miedo? ¿A las palabras, a lo que SIGNIFICAN o a cómo se INTERPRETAN"? Confieso que tuve una época en mi vida en la que " mi novia" me resultaba más posesivo que reivindicativo. Ahora, me asombra que la gente más cercana, que me quiere y respeta se refiere a mi novia como "mi mujer"...es fantástico...A veces no basta con salir del armario, a veces, dejamos parte de nuestro equipaje dentro...en un rincón...LA ETERNA AMIGA
Hola! Me parce que me he identificado un poco contigo jejeje! Pues mira, sinceramente, son una chica veinteañera y antes de salir del closet socialmente hablando (sólo lo sabían mis mejores amigas) me daba tanto terror llamar a mi novia como tal! pero ahora gracias a Dios eso ya quedó en el pasado. Debo confesar que suele agradarame más referirme a ella como mi mujer!!!
Pero pues aqui te dejo algunas de las forma en las que me refería a ella: pareja, Mi chiquita, pechocha, mi gorsdita, mi niña, corazón, vida, hey tu! ja ja...mmm son las mas comunes pero no puedo retirarme sin antes decir como me decia ella: Mija :D...es genial no? jejeje más con el tono de voz con el qeu lo hacía jejeje.
Besos.
Espero seguirte leyendo.
Primero, me encanta el nombre de tu blog aunque creo que a Mármara le gustará más jejje, y segundo, yo también digo su nombre (propio, de ella), y si quieren saber que pregunten. Ah, y no soporto que me digan "mi chiqui" en público que yo también tengo un nombre (propio), en la intimidad que me llame como quiera, pero eso es otra historia.
Encantada de conocer tu blog.
Pues sí, nombre propio y cada cual se las componga, aunque hubo una vez que para rizar el rizo se me ocurrió aquelo de: "compañera de vida". Ya ves. Claro que después de 21 años la puedo llamar (y ella a mi) como me de la gana.
Buen blog
Pues sí, Conso, después de 21 años es tu "compañera de vida". Precioso circunloquio.
quee raios les pasa!!! son mujeress , no nos agan esto a los hombres...es un desperdicio ....ley de la naturaleza siempre sera hombre y mujer ( siempre )!!!!!!!macho y hembra, padre y madre , siempre!!
yo tengo un problemita similar lo ke pasa es ke mi amor no kiere ke los demas sepan de lo nuestro y hay veces ke ami se me sale decirle kosas komo "miamor" y ella se sonrroja y se va y luego me regana hay veces ke mejor por silas dudas solo pronuncio su nombre no valla a ser ke se enoje...
hey tu luiss los sentimientos mandan y ningun hombre va a cambiar nuestra manera de pensar por ke no mejor te guardas tus comentarios...no valla a ser ke se te pegue algo!!!!
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